En las conversaciones que se suceden a diario en los workplaces, las personas hablan de temas de lo más variado, desde economía, historia o política a relaciones sentimentales, retos o aficiones. Lo mejor de todo es que de cualquiera de estos diálogos pueden surgir nuevas ideas para aplicar en el trabajo. Pero para que esto suceda, el usuario debe estar rodeado de una atmósfera distendida y cálida, que cuente con un interiorismo que aumente su bienestar, potencie su creatividad y le ayude a ser más productivo. Estos momentos que combinan interacción social y trabajo se dan lugar en la Breakout Area. Se trata de un espacio vivo y en constante movimiento, en el que las personas pueden trabajar, comunicarse, descansar y, por qué no, jugar cuando la ocasión lo requiera.

Es un lugar donde relacionarse y también donde encontrar la inspiración, un sitio para desconectar y retomar de nuevo el trabajo con la energía renovada, una zona donde dejar fluir una lluvia de ideas para un determinado proyecto o terminar una reunión de trabajo con los compañeros de equipo. La Breakout Area también facilita la movilidad de las personas, ya que suele encontrarse en un lugar independiente y separado del open space, quiet rooms y otras zonas de trabajo. Además, ofrece un espacio de trabajo adicional cuando la ocupación de la compañía es más elevada, por ejemplo en esas ocasiones en las que hay empleados móviles o colaboradores externos trabajando de forma presencial. Y es que estos Concept Spaces se configuran cuidadosamente pensando en su funcionalidad y versatilidad. Por ello, suelen contar con soluciones de interiorismo como mesas altas con taburetes y estación de carga para conectar los dispositivos electrónicos, sofás y sillones confortables, zona de cantina, mesa de pimpón o rincón de juegos. Todo en consonancia para potenciar el confort de los usuarios.