Es ingeniera especializada en acústica, trabaja acondicionando espacios para que proporcionen el máximo confort al usuario y ha sido la encargada de diseñar el sistema acústico de Bernadí Hub. Conversamos con ella para profundizar en algunos conceptos de esta disciplina, que tanto nos ayuda a que un determinado lugar sea recordado por el bienestar sonoro que nos aporta y no porque el ruido lo convierta en una mala experiencia.
¿Cómo se relacionan los niveles sonoros en el workplace con la salud del usuario?
Cuando tienes demasiado ruido, la gente no trabaja a gusto, y esto puede incluso causar bajas laborales por estrés. También pueden llegar a darse problemas cardíacos o auditivos, si el ruido es excesivo, lo que repercute en que haya ceses laborales. Pero la ausencia de ruido tampoco es beneficiosa.
De hecho, se han hecho estudios tanto en espacios con mucho ruido, como en espacios con demasiado silencio. Esto ha demostrado que trabajar sin nada de ruido, puede dificultar la concentración, por ejemplo, cuando tienes que hacer una llamada o reunirte con alguien en un lugar muy silencioso donde haya más gente. En estos casos, funciona bien el recurso de noise masking, basado en crear un sonido de fondo constante, que no moleste pero que ayude a la concentración.
Cabina acústica Framery One de Framery
¿Cuál es la relación entre usabilidad y acústica de un espacio?
El uso que tenga cada espacio tiene que determinar sus características acústicas. Si quieres hacer un concierto de música clásica y pones a los músicos en una sala de cine, no se va a oír bien. En cambio, si alguien tiene que dar un speech en una iglesia, un cine o un auditorio, habrá demasiada reverberación y no quedará bien. Cada lugar tiene que tener su acústica, en función del uso que se va a desarrollar allí.
¿Qué conceptos básicos vinculados con la disciplina de la acústica deberían tener arquitectos e interioristas al diseñar un espacio de workplace?
Hay que tener clara la diferencia entre aislamiento y acondicionamiento acústico. Muchas veces, se le llama a todo insonorización y tenemos que saber si queremos tener un espacio saludable acústicamente o queremos mitigar el ruido exterior que nos viene de otro lado.
¿Se estudia suficiente la acústica en grados universitarios como arquitectura o ingeniería?
No lo suficiente pero cada vez más. En este sentido la normativa ayuda porque van apareciendo nuevas leyes que obligan a tenerla en cuenta a la hora de diseñar proyectos de espacios. Se está mejorando pero falta mucho por recorrer.
Explícanos qué es la reverberación con algún ejemplo de tipología de espacio.
Las iglesias, por ejemplo, tienen una reverberación alta, que se caracteriza porque el sonido tarda mucho en caer, en apagarse, en dejarse de oír. En cambio, en el cine hay una reverberación baja para facilitar la comprensión del mensaje. Para modificar o conseguir un tipo de reverberación u otro, introducimos los elementos de absorción. Mucha absorción es igual a poca reverberación, mientras que, para conseguir una reverberación alta, apenas necesitamos elementos de absorción. Por eso en las iglesias y catedrales no hay cortinas ni elementos textiles que absorban el ruido.
"Al crear un acondicionamiento acústico, pensamos en cómo se puede sentir a gusto el usuario en un determinado lugar."
¿Existen actualmente muchos espacios de trabajo, retail, salud o alguna otra área en los que se dé el “efecto cocktail party”?
Se da sobre todo en restaurantes, porque son un lugar donde la acústica nunca se ha trabajado en profundidad. Por ello, la normativa actual alude directamente a espacios educativos y de hostelería. Son espacios donde se concentra mucha gente y hay mucha conversación. A medida que vamos escuchando a los que tenemos al lado, de forma inconsciente, vamos aumentando ligeramente el tono de voz para escucharnos o entendernos mejor. Así, al final acaban siendo espacios que, si no están bien acondicionados acústicamente, pueden ser ininteligibles.
¿Cómo ha influenciado en tu trabajo y profesión ser nieta de José Antonio Coderch?
Los arquitectos conocen mi nombre y quien ha estudiado la disciplina no me pregunta cómo se escribe mi apellido, cuando les doy por teléfono mi dirección de correo electrónico. Además, a nivel personal y familiar, he vivido mucho la arquitectura en casa, he convivido en espacios diseñados por él y hemos interiorizado, casi sin darnos cuenta, el cariño por el detalle y el cuidar al usuario final. Yo no lo conocí personalmente pero todo el mundo me ha explicado que era muy meticuloso y pensaba mucho en la persona que iba a habitar finalmente el espacio cuando diseñaba sus proyectos. Al final, mi profesión está totalmente relacionada con este bienestar del usuario, porque cuando creamos un acondicionamiento acústico estamos pensando en cómo se puede sentir a gusto el usuario en un lugar.
¿Cómo recordamos un espacio a través de los sonidos?
Si estás en un hall de un hotel donde hay una buena acústica, no te vas a dar cuenta de nada. Estarás bien. En cambio, si no está bien trabajada la acústica, esa experiencia la vas a recordar siempre. Si la acústica está bien, el usuario no tiene que notarlo. Si no te llegan críticas del espacio es que has hecho un buen trabajo. De hecho, esto es un arma de doble filo, porque la acústica queda muy escondida. Yo consigo clientes nuevos cuando las empresas, particulares o estudios de arquitectura e interiorismo se han encontrado con algún problema. Así, aprenden que para el próximo proyecto tienen que trabajar la acústica desde el principio, para que no les vuelva a pasar lo mismo.
¿Cómo influye la normativa o las certificaciones en tu trabajo?
Lo que no es estrictamente necesario por ley, aunque comporte mejoras de bienestar y confort acústico, es lo primero que va a descartar el cliente, porque se va ahorrar unos euros en el presupuesto del proyecto. La mayoría de veces esto es absurdo, porque se acondicionan todos los elementos que exige la normativa relacionados con personas externas a la empresa o el lugar, pero se queda fuera el confort acústico para el equipo interno de la compañía.
Los expertos en acústica también trabajáis con productos, como separadores o mamparas. ¿Cómo se integran todos los elementos (espacio y productos) en un proyecto?
El profesional responsable del interiorismo, normalmente, envía su idea primera para el espacio, con los colores, texturas y concepto que haya detrás. Entonces, sobre esta estética y los lugares donde se pueden colocar elementos, se escogen los materiales y los productos que aportarán la absorción y conseguirán acondicionar acústicamente el espacio.
Actualmente hay luminarias que aúnan acústica e iluminación. ¿Cómo conviven ambas disciplinas en un mismo espacio (el proyecto de acústica y el de iluminación)?
Cada vez más, las islas acústicas que se cuelgan del techo, integran también la iluminación. A nivel de proyecto, son disciplinas que no precisan relacionarse para que un proyecto salga bien. Están relacionadas porque son especialidades muy concretas. Nos encontramos porque nos llama el arquitecto a la hora de hacer un proyecto, pero no nos relacionamos demasiado durante todo el proceso de conceptualización y materialización del espacio. Sí que me encuentro, por ejemplo, con el ingeniero de climatización.
Soluciones acústicas con iluminación integrada de Caimi
¿Cuál es la mejor fase para que entre la disciplina de la acústica en un proyecto? ¿Suelen solicitar tus servicios demasiado tarde, como ocurre en iluminación?
Suele entrar en el proyecto básico o en el anteproyecto, si es un proyecto muy singular. Vale la pena invertir en acústica mientras estás haciendo el proyecto. De esa manera, son solo elementos que deberás añadir y que supondrán un extra económico que será muy inferior al que sería tener que cambiarlos en el futuro, para solucionar lo que no funciona.
"Vale la pena invertir en acústica mientras se realiza el proyecto, porque son elementos añadidos que suponen un extra económico muy inferior al que supondría tener que cambiarlos en el futuro, para solucionar lo que no funciona".
¿Qué soluciones acústicas encontramos en Bernadí Hub?
Hay soluciones de absorción en el espacio donde hay más gente trabajando, en el Team Space, y luego hay conceptos de aislamiento, como las Quiet Room, donde el usuario puede sentirse aislado del resto y tener confort acústico, además de privacidad, mientras realiza una llamada o necesita un momento de concentración. Este concepto se ha trabajado e implementado también en las salas de reuniones. Es decir, sobre todo, encontramos acondicionamiento acústico y aislamiento, con materiales porosos como la madera, los tejidos o los techos absorbentes. Según el uso que tiene cada zona, se han instalado diferentes elementos de absorción. Actualmente, estamos acabando de diseñar la Experience Room de Bernadí Hub, un espacio experiencial e interactivo para el usuario, donde la acústica es de vital importancia.
"En Bernadí Hub hay acondicionamiento acústico y aislamiento, con materiales porosos como la madera, los tejidos o los techos absorbentes. Según el uso que tiene cada zona, se han instalado diferentes elementos de absorción".
¿De qué manera trabajas la acústica en un espacio que tiene vegetación y elementos de biofilia?
La vegetación tiene una absorción mayor a otros elementos, así que ayuda si se necesita absorber ruidos en un espacio. No molesta, es una aliada siempre, más que un obstáculo.
Define en el mínimo de palabras que puedas qué es para ti el confort acústico.
Es estar a gusto en un lugar según la tarea o actividad que vaya a realizar. Que el espacio acompañe a lo que se vaya a hacer en un espacio.