Cuando diseñamos espacios de trabajo, se suele pensar en estética, iluminación, usabilidad y soluciones de mobiliario ergonómico y de tendencia. Así, son menos las veces en las que, al inicio del proyecto, se le da importancia a la acústica a la hora de configurarlos, siendo un tema que aparece al final de la ejecución como un problema a solucionar. Pero, ¿sabías que los niveles elevados de ruido están directamente relacionados con las bajas laborales por enfermedad y, más especialmente, cuando las tareas a realizar en el workplace son complejas?
Texto: Ana Batlle Coderch, consultora acústica en Coderch Acústica. Fotografías: Caimi, Fantoni y Götessons.
Para lograr un alto grado de confort en los entornos de trabajo, es vital estudiar el comportamiento acústico de mobiliario y acabados, y pensar en los usos que se realizarán. Y es que la forma en la que las personas utilizan el espacio nos permite definir qué tiempo de reverberación necesitamos en dicho lugar. Así podremos dotar de la adecuada absorción acústica al espacio, con el objetivo final de conseguir un acondicionamiento acústico óptimo para cada uso. De ello dependerá la salud, productividad y comodidad de los usuarios del workplace.
Sabemos que estéticamente son muy atractivas las oficinas con grandes ventanales y mamparas de vidrio, pero debemos prestar atención a los materiales instalados ya que, si ninguno de ellos aporta absorción al espacio, estaremos incrementando demasiado el tiempo de reverberación. Esto puede generar el “efecto cocktail party” que produce que, ante tiempos de reverberación elevados, tendamos a elevar la voz para hablar. Si todos los trabajadores hacen lo mismo, el nivel sonoro del espacio es cada vez mayor, lo que empeora la calidad del entorno y de nuestro trabajo.
Sin embargo, pese a ser uno de los aspectos más importantes, no todo se reduce en aportar absorción y conseguir un tiempo de reverberación adecuado para el confort de los trabajadores, ya que, la falta de privacidad produce más insatisfacción que los niveles de ruido existentes en el entorno. Por ello, es necesario prestar especial atención al aislamiento acústico de las divisorias que separan los espacios.
Privacidad y aislamiento acústico van de la mano
Este aspecto cobra más importancia cuanto mayor es la confidencialidad de las conversaciones, por lo que tiene sentido que zonas como Meeting Rooms, y especialmente Private Spaces, dispongan de mamparas o paredes más aislantes que el resto de espacios de trabajo. En este sentido, es necesario comprender que el vidrio tiene un aislamiento limitado, por lo que en algunos casos deberemos recurrir a divisorias de fábrica o de entramado autoportante en vez de a las mamparas de vidrio.
A su vez, en los espacios abiertos de trabajo puede resultar imprescindible instalar algunos boxes o cabinas aisladas acústicamente, para así permitir la privacidad necesaria a sus usuarios, por ejemplo en situaciones en las que se manejan datos confidenciales de clientes de una compañía.
Soluciones de mobiliario que aportan confort acústico
Podemos definir 3 tipologías de soluciones de mobiliario y sistemas constructivos que permiten conseguir una buena acústica en los espacios de trabajo, utilizadas muy a menudo al configurar los proyectos actuales:
- Mobiliario fonoabsorbente: en el mercado existen muchas firmas de soluciones de mobiliario que ofrecen materiales que ayudan a absorber el sonido sin descuidar la estética. Por ejemplo, las estructuras, sofás y paneles fonoabsorbentes de la colección The Hut by Götessons.
- Cabinas aisladas acústicamente: para esas situaciones en las que se realizan reuniones en grupo o videoconferencias entre varias personas, salas independientes como las Acoustic Room by Fantoni pueden ser una buena solución. Ofrecen privacidad y aislamiento acústico, sin romper la estética del espacio.
- Paneles y sistemas modulares: instalados en el techo, paredes o en forma de complementos decorativos como percheros o divisorias, este tipo de soluciones acústicas son de los más utilizados en el workplace, porque absorben muy bien el ruido. Algunos ejemplos, son los paneles de Caimi.
Según el proyecto y las necesidades espaciales y de uso del lugar, a la hora de configurar los espacios de trabajo, deben escogerse las soluciones acústicas más idóneas. Son tan importantes como el resto de aspectos del proyecto de interiorismo, ya que se encargan de conseguir un nivel sonoro óptimo, saludable y confortable para todos los usuarios del workplace.